Un resultado básico relacionado con el máximo común divisor de dos números (enteros), distintos de cero, a,b —y lo notaremos de la forma \text{m.c.d.}(a,b)—, es la denominada identidad de Bézout, que dice así:
Sea \mathbb{Z} \ni d=\text{m.c.d.}(a,b), entonces existen infinitas parejas de números enteros x,y, tales que d=ax+by.
Veamos un ejemplo:
Consideremos los números enteros a=4 y b=2 —para hacerlo sencillo, los hemos elegido positivos—. Sabemos que el máximo común divisor de estos dos números es d=\text{m.c.d.}(4,2)=2, entonces, según el resultado que nos ocupa (identidad de Bézout), podremos encontrar otros dos números x,y (no necesariamente únicos) tales que 2=4x+2y. En efecto, es claro que una posibilidad es x_1=0 e y_1=1, entre otras infinitas parejas que satisfacen esta igualdad, y se puede justificar que son de la forma \left\{\begin{matrix}x=x_1+\lambda\,\dfrac{b}{d} \\ y=y_1-\lambda\,\dfrac{a}{d}\end{matrix}\right. \forall \lambda \in \mathbb{Z}
es decir, en el caso que nos ocupa:
\left\{\begin{matrix}x=0+\lambda\,\dfrac{2}{2}=\lambda \\ y=1-\lambda\,\dfrac{4}{2}=1-2\,\lambda\end{matrix}\right. \forall \lambda \in \mathbb{Z}
esto es \{(0,1),(1,-1),(-1,3),(2,-3),(-2,5),\ldots\}
Otro ejemplo:
Dados los números enteros a=1170 y b=363, nos proponemos encontrar los pares de valores enteros x,y tales que x\,a+y\,b=d (donde d=\text{m.c.d.}(a,b). Lo primero que haremos es calcular el máximo común divisor; y, como vamos a ver enseguida, nos vendrá muy bien hacerlo aplicando el algoritmo de Euclides. Sigamos los pasos necesarios:
(1) 1170=363\cdot 3+81
(2) 363=81\cdot 4+39
(3) 81=39\cdot 2+3
(4) 39=13\cdot 3+0 \Rightarrow d=3
Procedemos ahora a encontrar una solución particular x_1,y_1:
De (3), 3=81-39\cdot 2
y teniendo en cuenta (2), podemos escribir que
3=81-(363-81\cdot 4)\cdot 2=81-363\cdot 2 +81\cdot 8=9\cdot 81 -263\cdot 2
que, siguiendo a partir de (1), puede escribirse de la forma
3=9\cdot 81 -263\cdot 2=9\cdot 1170-27\cdot 363-363\cdot 2 = 9\cdot 1170 -29\cdot 363 \Rightarrow x_1=9 y y_1=-29
Con lo cual, como ya sabemos la estructura de la solución general, llegamos a que ésta es:
\left\{\begin{matrix}x=9+\lambda\,\dfrac{363}{3} \\ y=-29-\lambda\,\dfrac{1170}{3}\end{matrix}\right. \forall \lambda \in \mathbb{Z}
esto es
\left\{\begin{matrix}x=9+121\,\lambda \\ y=-29-390\,\lambda\end{matrix}\right. \forall \lambda \in \mathbb{Z}
obteniendo (dando valores arbitrarios a \lambda: 0,\pm1,\pm2\,\ldots) las infinitas parejas de que consta la solución:
\{(9,-29),(130,-419),(-112,361),\ldots\}
Una utilidad muy importante de la identidad de Bézout es la de formar parte del proceso de resolución de una ecuación diofántica lineal, cx+dy=k, siendo también c,d y k, números enteros, y siendo k|d=\text{m.c.d.}(a,b). En estas condiciones, la solución general de dicha ecuación diofántica lineal está formada por un conjunto de parejas de números enteros x e y. Para encontrar dicha solución general, a partir de una solución particular, se parte del resultado básico de la identidad de Bézout. En cursos superiores, aprenderéis a resolver este tipo de ecuaciones. Si sóis personas curiosas, os sugiero que os avancéis y leáis este otro artículo —como ampliación opcional— para ver como se hace.
Nota: El nombre que se le da a estas ecuaciones de números enteros viene del matemático Diofanto (s. III d.C.), quien en su obra Arithmetica expuso la resolución de algunas de dichas ecuaciones. \diamond
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